Lenin. A 100 años de su muerte
Algunas personas habrán pensado que hemos olvidado el aniversario de la muerte de Vladimir Lenin, un hecho que se produjo hace exactamente 100 años, un 21 de enero de 1924, para ser más exactos.
Pero no, cómo podíamos haber olvidado una efeméride de tal importancia, máxime, tratándose de una de las personas más extraordinarias y relevantes de todos los tiempos.
Por otra parte, en La Marx somos muy conscientes de que Lenin cargaba, como cualquier otro hombre, con sus imperfecciones, sus contradicciones y con la misma condición humana que el resto de seres humanos. No obstante, debemos poner en valor su gran capacidad intelectual y su visión política, de una inigualable profundidad en cuanto a lo que se refiere a las grandes problemáticas que afligen a las clases populares de todo el planeta.
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Las clases explotadoras necesitan la dominación política para mantener la explotación, es decir, en interés egoísta de una minoría insignificante contra la mayoría inmensa del pueblo.
Vladimir Lenin
No, claro que no nos habíamos olvidado de este aniversario. Para nosotros, la clase obrera mundial, Lenin continúa un enigma en sí mismo, un portento intelectual difícil de igualar, un espíritu moral, un tótem de la historia de la humanidad.
Lenin es el principal líder de la Revolución de octubre de 1917 en Rusia, pero no sólo eso, es también un concienzudo investigador de los diferentes contextos sociales, económicos, históricos, políticos y antropológicos del tiempo que le tocó vivir, un incansable luchador contra las añagazas del revisionismo marxista de hombres como Karl Kautsky y Eduard Berstein, el fundador de la moderna socialdemocracia europea, una socialdemocracia- dicho sea de paso- que tanto daño ha hecho a la izquierda mundial y, por tanto, a las clases sociales mas desfavorecidas hasta llegar al momento actual.
Debemos luchar por la revolución social, luchar hasta el final, hasta la victoria completa del proletariado.
Larga vida a la revolución social internacional.
No se necesita decir el verdadero significado de clase de semejantes enmiendas a Marx: es bien evidente. Sólo señalaremos que Plejánov fue el único marxista en la socialdemocracia internacional que criticó desde el punto de vista del materialismo dialéctico consecuente aquellas increíbles necedades acumuladas por los revisionistas.
Debemos llamar la atención sobre otra de las características de la política y de la personalidad de Lenin y que estimamos de máxima importancia a la hora de que, tanto los militantes de izquierda como toda la población en general, entiendan la trascendencia de ese otro revisionismo atroz llamado "estalinismo". Esta característica o cualidad política a la que hacemos referencia no es otra que "el internacionalismo", entendiendo éste por una revolución socialista extendida por todo el mundo y nunca ceñida a un solo país, que sería lo mismo que encorsetarla en un espacio fácilmente derrotable por las potencias y los agentes capitalistas dispuestos a lo que sea con tal de que esta no prosperé y de esa forma, pierdan todos sus privilegios.
En esta búsqueda internacionalista, Lenin y varios marxistas más repartidos por todo el mundo se atrevieron a iniciar en 1919 la Tercera Internacional, también conocida como la Internacional Comunista.
Siempre operamos sobre la premisa de una revolución internacional.
Más allá de todo el proceso vital- revolucionario y del ascenso al poder de Vladimir Lenin, que sería muy largo de relatar, la efeméride que celebrábamos el pasado 21 de enero es el día exacto en que tuvo lugar el fallecimiento de Lenin, eso sí, después de una larga convalecencia y de lucha contra la muerte que al menos, que sepamos, se habría iniciado el 30 de agosto de 1918, el día en que una mujer desconocida llamada Fanni Kaplán, atentó contra la vida del dirigente bolchevique.
Ni que decir tiene, que a pesar de haber sobrevivido en su momento al atentado, a Lenin le aquejaron desde este momento numeroso problemas de salud que podrían muy bien derivarse de las secuelas ocasionadas por tal intento de magnicidio.
La burguesía se esfuerza en transformar el Estado al modo burgués, reformista, no revolucionario, conservando en lo posible la monarquía, la propiedad de los terratenientes, etc.
El proletariado debe llevar a término la revolución democrático burguesa, sin permitir que le ate el reformismo de la burguesía.

Nosotros, las clases populares del mundo entero, creemos que en un futuro cercano se producirá, de forma inevitable, el advenimiento de una revolución política, social, económica, ecológica, filosófica y pedagógica, que instaure un socialismo de corte profundamente humanista, ya que ésta será nuestra única posibilidad de supervivencia como especie.
Lenin y sus compañeros de partido tan sólo abrieron la senda que a nosotros nos corresponderá llevar a su materialización final. Está muy claro que ni las derechas capitalistas ni la socialdemocracia reformista van a mirar nunca por los pueblos, ni por sus capas más desfavorecidas, por tanto, nada les debemos.
Todos los zares y zarinas de este mundo serán derribados de sus pedestales y un gran grito de libertad resonará por todo el planeta. No más amos, no más jerarquías….
Un hombre nuevo, una vida nueva emancipada de todas nuestras esclavitudes.
¿Acaso puede haber algo más bello?
El periodista norteamericano John Reed fue testigo directo de aquellos diez días que conmovieron al mundo. Tuvo el privilegio de ver con sus propios ojos cómo sólo diez días bastaron para que un pueblo explotado, herido y cargado de servidumbres seculares tomara el poder y acabara con el Antiguo Régimen y el absolutismo zarista.
"Diez días que estremecieron al mundo" se convirtió sin pretenderlo en el testamento político de Vladimir Lenin, un hombre que, a pesar de su corta vida y de las enormes dificultades con las que se encontró, supo enviar un mensaje a las futuras generaciones, a todos nosotros, que el espíritu humano es capaz de conseguir cualquier cosa que se proponga, que las tinieblas del absolutismo y de la explotación del hombre por el hombre las podemos disipar conjuntando la rabia con la voluntad y la audacia.
Logros político-sociales del leninismo
Uno de los primeros logros a tener en cuenta es la total abolición de los títulos nobiliarios que existían en la Rusia zarista,pasando todos a ser ciudadanos de pleno derecho de la República Socialista Soviética.
A todas las naciones y culturas que componían la extensa Rusia,se les otorgó el derecho a independizarse,reconociendo el derecho a la igualdad plena a todos aquellos pueblos que desearan formar parte del nuevo Estado socialista.
En cuanto a los derechos civiles se refiere, la Rusia socialista fue el primer país del mundo en legislar y llevar a la práctica el derecho al aborto. Además, se legisló para que las mujeres soviéticas pudieran divorciarse y que el padre de sus hijos los reconociera ante la ley y procediera a facilitar la manutención de éstos.
De igual forma, bajo el gobierno de Lenin, se crearon las primeras guarderías infantiles para los hijos de las trabajadoras que así lo requiriesen y las mujeres comenzaron a recibir el mismo salario que los hombres a igual trabajo.
Y bien, camaradas, al preguntarnos qué hemos hecho de importancia en este año, debemos decir que hemos hecho lo siguiente: del control obrero, estos primeros pasos de la clase obrera, del manejo de todos los recursos del país hemos llegado al umbral de la creación de la administración obrera de la industria; de la lucha de todos los campesinos por la tierra, de la lucha de los campesinos contra los terratenientes, de la lucha de carácter nacional, democrático y burgués hemos llegado a que en el campo se destaquen los elementos proletarios y semiproletarios, se destaquen los que más trabajan, los explotados, y se comience a edificar la nueva vida; la parte más oprimida del campo ha empezado la lucha hasta el fin contra la burguesía, incluida su propia burguesía rural, los kulaks.
Vladimir Lenin
Por último, estos logros, con sus correspondientes estrategias, se fundamentaron sobre unas bases teóricas, entre las cuales, necesariamente hay que destacar las conocidas como Tesis de abril. Este documento fue presentado por el propio Lenin en su llegado a Petrogrado, el 4 de abril de 1917,en un discurso que tuvo la oportunidad de pronunciar en el Palacio Táuride de la ciudad bañada por el Báltico.
En las Tesis de abril se dejaba muy clara la no cooperación con el Gobierno provisional, de carácter burgués y la negativa ha seguir participando en la Gran Guerra Mundial, por considerarla una guerra burguesa y que, con el difraz de los diferentes nacionalismos, sólo buscaba el afianzamiento y cumplimiento de los intereses de las burguesías de los diferentes países en liza.
Lo único que podía hacer para facilitarme la labor- diría el propio Lenin- y facilitársela también a los opisitores de buena fe, era preparar una tesis por escrito.Antes de entregárselas al camarada Tsereteli, las leyó muy pausadamente, primeramente en la reunión de bolcheviques y después en la de bolcheviques y mencheviques.
En nuestra actitud ante la guerra, que por parte de Rusia sigue siendo indiscutiblemente una guerra imperialista, de rapiña, también bajo el nuevo gobierno de Luov y Cía, en virtud del carácter capitalista de este gobierno, es intolerable la más pequeña confesión al "defensismo revolucionario".
El proletariado consciente sólo puede dar su asentimiento a una guerra revolucionaria, que justifique verdaderamente el defensismo revolucionario.
Breve extracto de las Tesis de abril
Han transcurrido cien años desde la muerte de Vladimir Lenin, pero sus ideas, el contenido de sus sueños, su férrea voluntad, su afán por luchar hasta el final de sus fuerzas hasta hacer desaparecer todo atisbo de clases sociales, siguen más vigentes que nunca. Es necesario recuperar la figura de Lenin no como un mistagogo iniciador en los misterios del comunismo, sino como una figura real, de carne y hueso, como un compañero, un tovarich al alcance de la mano de todo ser humano que se reconozca como un utopista íntegro.
Lenin fue posible, la revolución se hizo realidad, la praxis marxista funcionó, dando la pisibilidad de que millones de personas vivieran un paroxismo revolucionario inédito en ese inmenso país. Las conclusiones que podemos y nos vemos en la obligación de sacar, es que la vida y la obra de Vladimir Lenin, constituyeron, por sí mismas, un cuerpo ideológico, intelectual, filosófico y antropológico de dimensiones ciclópeas. Lenin no pudo ver en vida el completo desarrollo de la revolución ideada junto a sus más fieles camaradas, pero, eso no es justificación para dejar de soñar con su utopía, nada de clases, nada de amos, que nunca más se le impida a un sólo ser humano la posibilidad de alcanzar una vida digna, plena e íntegra.


