LA PRECARIEDAD CONTINUA PRESENTE EN CATALUÑA

LAS ELECCIONES NO RESUELVEN NINGUN PROBLEMA
Comité Redacción
Si algo podemos concluir los marxistas sometiendo la situación en Cataluña a un serio análisis es que la campaña y resultados de las elecciones celebradas este domingo pasado, 12 de mayo, han dejado la situación política, social y económica casi tal cual estaba, en la total inestabilidad y una absoluta precariedad para que el Sistema se pueda mantener en pie de forma estable durante todo un periodo largo de tiempo. Las elecciones no han significado, ni mucho menos, solución alguna en el sentido de que hayan servido para dar estabilidad a la política catalana.
Los resultados, creemos, no satisfacen a nadie, aunque evidentemente la mayoría de las fuerzas políticas que se presentaron a las elecciones intentarán auto consolarse y extraer de los resultados el balance falso, de todos, en el sentido de que dirán que todos han ganado. Sin embargo, la verdad es todo lo contrario, todos ellos han perdido y lo único cierto es que se ha producido una victoria del PSC, que no dará como resultado una mayor estabilidad en la situación objetiva de la sociedad catalana.
Los resultados en datos
Sin ninguna duda lo primero que debemos destacar de los datos finales de los resultados es la bajísima participación en las elecciones, muestra que una gran mayoría no ven que los resultados, fueran los que fueran, vayan a solucionar nada fundamental de los problemas que padece la sociedad, la clase trabajadora y la juventud catalana.
La participación ha sido de un misero 58%, factor muy importante que muestra ante todo una clara desconfianza en las instituciones y las organizaciones que están situadas dentro de los estrechos márgenes del capitalismo. En 2021, en plena Pandemia del COVID, la participación fue de tan solo el 51% y ya nos tenemos que remontar a la participación del año 2010, tras la gran crisis económica de 2008, para ver una participación similar a la de este domingo, del 59%.

Así tenemos que el verdadero ganador de estas elecciones ha sido la abstención, el voto nulo o en blanco, que ha representado la nada despreciable cantidad de un 42% del censo electoral. Los resultados objetivos son que el PSC ha ganado claramente estas elecciones, con el 28% de los votos y 42 escaños. Y ello a pesar de que el PSC ha defendido ante, durante y después de las elecciones un programa que en todas las cuestiones centrales e importantes defiende los intereses vitales de la clase capitalista.
Sin embargo, ante la carencia de una clara alternativa a su izquierda, capaz de despertar el interés y expectativas entre la clase trabajadora y la juventud, siendo el PSC el partido con mayor arraigo tradicional entre amplios sectores de la clase trabajadora y por el propio papel que jugó en este periodo anterior de canalizar la fractura en la sociedad catalana en torno al movimiento independentista, llevando tal movimiento hacia una vertiente hacia la autonomía catalana, ofreciendo una visión menos represiva, con las propuestas desde el gobierno central de ofrecer indultos y amnistía a los presos políticos catalanes, todo ello ha dado como resultado su victoria en esta elecciones.
El ex presidente de la Generalitat, Pere Aragonés realizo un movimiento precipitado, intentando evitar el descredito que su partido, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), estaba teniendo, convocando anticipadamente las elecciones en Catalunya. Sin embargo, fruto de los resultados, todo indica que los acontecimientos lo han sobrepasado. ERC ha pasado de tener 33 escaños a tan solo 20. Tras ello Pere Aragonés ha anunciado el día después de las elecciones que deja la política, con tan solo 41 años de edad y que "no recogerá su acta de diputado en el Parlament de Catalunya, al tiempo que ha anunciado también que renuncia al cargo de Coordinador nacional de ERC.
De la misma forma, aunque en la noche electoral había dicho que seguiría al frente para recuperar al partido, hoy Oriol Junqueras (que estuvo preso político tras el referéndum celebrado por la autodeterminación, tras la debacle electoral de Esquerra Republicana en los comicios ha anunciado que dejara la Presidencia de ERC tras la celebración de las elecciones europeas próximas, intentando así de dar tiempo a poder "rearmarse". En una nota de prensa ERC dice que "su líder dejará la cúpula del partido tras las elecciones europeas de junio, para poder dedicarse a escuchar el sentir de la ciudadanía", dejando así pendiente de decidir el futuro del liderazgo hasta el 30 de noviembre, cuando se celebre un Congreso Extraordinario.
Aquí tenemos las primeras víctimas del resultado de las elecciones, tras recibir ERC un fuerte varapalos, recogiendo los lógicos resultados de la política que lleva años practicando de entrega al completo al régimen del 78, apoyando por activa y pasiva las políticas pro-capitalistas del gobierno central de Pedro Sánchez.
Junts per Catalunya (Junts) ha presentado en esta ocasión como candidato a la presidencia de Catalunya a Puigdemont y también se ha podido aprovechar de las políticas erráticas de ERC, lo cual le ha permitido pasar de 32 hasta los 35 diputados. A pesar de todo, estos resultados, con Puigdemont como candidato, también han venido a demostrar que han sufrido un claro proceso de desprestigio entre sectores importantes del movimiento independentista.
Aunque en plan demagógico han pretendido presentarse como defensores del independentismo en Cataluña, en sus tácticas de disputarle los votos a ERC han intentado aparecer una y otra vez como fieles defensores de las políticas de negociación con el gobierno de Madrid, en plan estrictamente de defender un gobierno en Catalunya con "suficiente autonomía". Todo el mundo ha podido observar que en última instancia para Puigdemont y Junts la cuestión de la defensa de la independencia e incluso del ejercicio democrático al derecho a decidir, mediante un referéndum de autodeterminación para el pueblo catalán, ha pasado a un segundo o tercer plano, para estos políticos de la burguesía catalana. En lugar de ello han estado constantemente defendiendo políticas de sacar más recursos económicos de financiación al gobierno de Madrid para Catalunya, lo cual evidentemente ha creado desilusión entre sus bases sociales.
"Para este viaje no necesitaban tantas alforjas", han debido de pensar. Estas claudicaciones de Junts, del propio Puigdemont, ha tenido su claro reflejo en el resultado electoral obtenido por el partido de la extrema derecha catalana que ha obtenido por primera vez representación en el Parlament catalán. Alianza Catalana (AC) ha entrado por primera vez con 2 parlamentarios. Sectores de la pequeña burguesía catalana, que se habían posicionado por el independentismo han girado hacia la derecha en estas elecciones y se han expresado mediante el voto a AC. . Las capas más reaccionarías y pequeñas burguesas del movimiento independentista se han expresado por aquí. Hay que recordar que fue precisamente
En la actualidad AC y la extrema derecha en general tienen capacidad limitada para avanzar mucho más allá de lo que han logrado. En las condiciones actuales la clase obrera aún no ha mostrado todo su enorme potencial de lucha que posee y no ha entrado en acción en lucha decisivas. Por tanto, no ha sufrido ninguna derrota en la lucha, que si sería un factor de producirse a tener en cuenta para un hipotético avance de la extrema derecha. En esta situación lo realmente significativo es que durante la campaña electoral la propia AC se encontró con serias dificultades y oposición en las calles, con algunas manifestaciones en su contra que eran más numerosas que los asistentes a sus propios mítines.
Ahora es momento de recordarles, por ejemplo, a los dirigentes de Junts fueron ellos los que permitieron a AC llegar a la Alcaldía, en el Ayuntamiento de Ripoll, constándoles que políticamente ello significaba facilitarle una plataforma para difundir sus reaccionarias ideas.

Por otra parte, también hemos visto como la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), ha sufrido una pérdida de 5 diputados, obteniendo en estas últimas elecciones solo 4. Los dirigentes de la CUP estuvieron centrados durante gran parte de la campaña electoral a pedirles a los dirigentes de ERC y de Junts "que volvieran a la unidad independentista", sin ofrecer un programa de clase claro a los trabajadores y la juventud, lo cual debería haber sido el centro de su campaña. La CUP comienza a sufrir los efectos cada vez más claros de sus errores políticos desde el principio del movimiento en alza del independentismo, de no desvincularse de aquellos pequeño burgueses y burgueses que se llaman a sí mismos independentistas.
La CUP desde sus inicios se autodenomino como un partido de izquierdas, que dice adscribirse a los que denominan la Ezquerra Independentista, defensora de la INDEPENDENCIA DE CATALUNYA, la cual denomina como "Países Catalanes", en donde incluyen los territorios franceses que ellos también denominan parte de Catalunya. Igualmente, desde sus inicios la CUP ha defendido la salida de Catalunya de la Unión Europea y en su programa se dice "defensora de la lucha en contra del patriarcalismo y de la defensa del medio ambiente". Se autodefine como "movimiento social" antes que como partido y no reconoce al Estado español, ni a la Monarquía.
Por otro lado, la llamada "izquierda del PSOE" ha obtenido unos resultados verdaderamente vergonzantes. "Comuns", la marca catalana que se ha presentado en representación de lo que es Sumar y sectores que en su momento estuvieron en la órbita de PODEMOS, ha obtenido la ridícula cifra de 6 escaños. Directamente PODEMOS, en un proceso que lo dirige hacia su desaparición del mapa político, renuncio a presentarse a las elecciones.
La derecha españolista, más o menos como se esperaba, recompone sus fuerzas dentro del nuevo Parlament catalán. El Partido Popular logra un ascenso electoral, consiguiendo 15 parlamentarios, frente a los 3 que había logrado en 2021. Por su parte VOX no avanza tampoco en Catalunya, quedándose con 11 parlamentarios, los mismos que saco en las elecciones anteriores. La derecha españolista obtiene entorno al 20% de los votos, una cifra similar históricamente a los que casi siempre ha venido teniendo en Catalunya.
Con estos datos de la derecha españolista se confirma la idea que hemos venido manteniendo en nuestros análisis del periodo anterior: es absolutamente falso y erróneo seguir manteniendo, como hacen los reformistas de diferentes pelajes, la idea falsa "que viene la reacción, que avanza el fascismo". Esta idea y campaña que desarrollan los dirigentes reformistas es sumamente peligrosa desde el punto de vista de los intereses y la lucha de la clase trabajadora y la juventud en el conjunto del Estado español, porque dan una perspectiva falsa al movimiento obrero de lo que es realmente el peligro del fascismo. Si tal fuera el caso lo que debería estar planteado en estos momentos es la convocatoria a las masas a luchar en las calles en contra de ese peligro fascista, al cual solo se podría derrotar en la movilización y la lucha de clases.
Los reformistas, desde Pedro Sánchez, a Yolanda Díaz, a los dirigentes de IU-PCE y hasta de PODEMOS, solo y tan solo utilizan esa campaña sobre un hipotético auge del fascismo para justificar su entrega a las políticas pro capitalistas, evitando con esa campaña que se les pueda criticar y combatir, porque nos dicen "el enemigo y el peligro es el fascismo".
Las fuerzas políticas de la derecha (Junts, PP, Vox y AC) han conseguido en las recientes elecciones catalanas un total de 63 diputados, con el 45% de los votos emitidos. Las llamadas fuerzas de la izquierda, en conjunto han vuelto a ganar las elecciones, obteniendo en total 72 diputados/as y un total del 52% de los votos emitidos: (PSC, ERC, Comunes y CUP).
¿Qué gobierno?
Puigdemont había declarado antes de las elecciones que si no era elegido President abandonaría la política, pero ahora lo que ha hecho es un desafío al llamado "independentismo", en un intento desesperado por formar gobierno. No obstante, al parecer que entre otras cosas Puigdemont se ha olvidado de cómo se hacen las cuentas. Incluso con un hipotético apoyo de AC a su candidatura a President tendría una suma de apoyo de 61, lo que claramente indica que le faltarían 7 diputados para sumar mayoría.
Por otra parte, en el caso del candidato del PSC a President, con los 42 diputados con los que cuenta, si podría estar en condiciones de ser elegido, escaños quien está realmente en posición de formar gobierno. Comuns como hemos dicho tiene 6 escaños, que sumados a los del PSC y a los 20 de ERC, dan una cifra de 68, la cantidad mínima para formar gobierno.
Una posibilidad en toda esta situación puede ser que el PSC forme gobierno minoritario, apoyado desde el Parlament por ERC y Junts, o con sus abstenciones. Sin lugar a duda ello parece no muy probable porque desde el inicio sería un gobierno de crisis.
Puede que esta perspectiva no este lejos de lo que desean los propios participantes en el teatro. Tanto ERC como Sumar (Comuns) desean a toda costa evitar una repetición de las elecciones, que los podría acercar aún más a un mayor cataclismo político. Pero, por otra parte, la crisis interna abierta en ERC se explica porque sectores de sus dirigentes son conscientes de que su excesiva cercanía al PSOE en el gobierno central, junto a sus políticas pro capitalistas en el propio Gobierno catalán, son las responsables ultimas de su pérdida de apoyo social y electoral.
Pero ya hay claros síntomas de que sectores importantes de ERC están mirando con buenos ojos la idea de pactar con el PSC y obtener con ello el máximo posible de sillones institucionales, ante la perspectiva de que una nueva cita electoral los deje aun con menos representantes dentro del Parlamento catalán. Así que, por ERC, con los Comuns o sin ellos, el pacto con los socialistas para formar gobierno, marcando ellos una agenda de reivindicaciones de más márgenes autonómicos para Catalunya, es una idea que atrae a sectores importantes del arribismo político en Ezquerra Republicana. Ello los llevara a rivalizar permanentemente con los dirigentes de Junts por ver quiénes son los campeones de campeones en una competición para saber quién presiona más al PSC para que haga concesiones en la Generalitat, al tiempo que el gobierno central del PSOE.
Sea como fuere, la única realidad cierta a estas horas es en el nuevo gobierno catalán que se forme tendrá que lidiar con la gestión de la profunda crisis del capitalismo mundial, que ya está teniendo fuertes efectos y que en medio de una profunda división de fuerzas políticas en el Parlament no podrá en ningún caso ser sinónimo de estabilidad. Veremos un gobierno que ira de crisis a crisis como característica central y en todo caso sometido a las enormes presiones de dos fuerzas nacionalistas en apuros, que tendrán que realizar el papel de "defensoras de los intereses catalanes, ERC y Junts.
DESCRÉDITO DE LOS PARTIDOS EXISTENTES
En los contextos en los que hemos entrado solo se podrá ver un aumento del desprestigio social de la democracia burguesa, que aumentará junto al descredito total de los partidos existentes en el Parlament. Esta situación estará unida a la necesidad cada vez mas clara de que la clase obrera y la juventud vayan entrando en acción, en la lucha, por preservar las conquistas laborales y sociales del pasado. La fórmula pactada de la burguesía junto a los dirigentes reformistas y sindicales de "absoluta paz social", del muro que han puesto para evitar una explosión social, entrara en crisis y veremos un desarrollo sin precedentes de la lucha de clases.

Esta es la situación nueva que se abrirá en la sociedad catalana y española en este próximo periodo, una situación que ofrecerá enormes oportunidades de superar la contradicción central existente, de las cada vez mayores condiciones objetivas para llevar adelante un proceso de revolución que planteara sobre la mesa la necesidad de un cambio radical del sistema, cuando por otro lado existe una tremenda debilidad del factor subjetivo o de dirección revolucionaria que permita a este proceso salir victorioso.
Hasta ahora lo que existen son direcciones al frente de los supuestamente "partidos de izquierdas" que son plenamente colaboradoras con el capitalismo, que en cada proceso electoral piden el voto a los trabajadores para luego facilitar en las instituciones que se produzca una quiebra de estas, manteniendo al movimiento obrero maniatado con las conocidas políticas de la "paz social", al objeto de que la crisis capitalista recaiga sobre los hombros de la clase obrera,
Toda esta contradicción histórica solo puede ser
superada con la construcción de una dirección revolucionaria, basada en los
pilares firmes de la teoría y el programa del marxismo. Junto a un trabajo
paciente, en palabras de Lenin, de "explicar pacientemente" cada etapa, cada
momento, por el que se desarrolla la revolución catalana y española. La Marx es
el proyecto de construcción de esta organización revolucionaria, a la cual invitamos
a todos los y trabajadores y jóvenes más conscientes a unirse y a ayudarnos a
forjar el partido revolucionario que la clase obrera necesita para cumplir sus
tareas históricas.
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